Aún en nuestros días, el alcoholismo es considerado por un importante número de personas como un “simple vicio”, cuando en realidad es una enfermedad del sistema nervioso central que se caracteriza por consumir bebidas alcohólicas de manera desmedida, generando una fuerte necesidad de ingerirlas en cualquier momento. Se le considera una enfermedad crónica y progresiva que se manifiesta como una falta de límites en la persona que la padece. Hoy en día existe la terapia psicológica para alcohólicos que es una fuente de apoyo para rehabilitar a las personas afectadas.
Las causas de esta enfermedad son múltiples, no existe una que sea única. No obstante, factores genéticos, fisiológicos, psicológicos y sociales pueden ser piezas clave para propiciar su desarrollo. Algunas personas que abusan del consumo de alcohol encuentran en él una manera de sobrellevar sus problemas, es por eso que esta enfermedad está estrechamente relacionada con algunos trastornos psicológicos como baja autoestima, ansiedad, depresión, conflicto en relaciones interpersonales y en algunos casos debido a algún abuso sexual.
Afortunadamente, este padecimiento tiene una buena respuesta a la terapia psicológica para alcohólicos sobre todo cuando la persona acude a este tratamiento especializado desde las etapas iniciales de su enfermedad. Muchas veces este tipo de terapia se combina con el suministro de medicamentos que causen aversión al alcohol para conseguir resultados más efectivos y se pueda iniciar el cambio en la persona.
¿Cuál es el momento indicado para acudir a terapia psicológica para alcohólicos?
Existen diversas señales de alarma que ayudan a detectar que hay un problema grave entre la persona afectada y las bebidas alcohólicas. Algunos de ellas son:
- Siente estrés o irritabilidad cuando no está bebiendo.
- Se oculta ara poder ingerir bebidas alcohólicas.
- Se cree incapaz de dejar de beber.
- Experimenta culpabilidad cuando bebe.
Otro signo de alerta es cuando ya es una problemática muy evidente tanto para familiares como conocidos, que comienzan a manifestar sus opiniones y preocupaciones sobre su manera de beber.
Cuando una persona enferma reconoce que las acciones que tiene están afectando todos los ámbitos de su vida es un buen comienzo, ya que debe saberse enfermo para posteriormente solicitar terapia psicológica para alcohólicos, pero esto no sucede de la noche a la mañana, la familia y los amigos son un gran apoyo durante este proceso que atraviesa la persona.
En la mayoría de los casos se llega a requerir una desintoxicación verificada por algún médico, para evitar cualquier daño colateral que pueda desencadenar la abstinencia. Y una vez que se habla de una estabilidad, se puede proseguir con la resolución de los problemas psicológicos asociados con el alcohol.
¿Qué hace el psicólogo durante la terapia psicológica para alcohólicos?
El psicólogo especializado en este tipo de enfermedades comienza por orientar y aconsejar a la familia de la persona que requiere la terapia, sobre todo cuando se le quiere motivar a pedir ayuda profesional. La familia funge como un vínculo entre el psicólogo y el afectado, ya que la mayoría de las veces es ahí donde inicia la solución.
Una vez que haya tomado la firme disposición, durante las sesiones, el psicólogo empezará a evaluar el tipo de problemas que se manifiestan y de secuelas han alcanzado, posteriormente de acuerdo a los resultados obtenidos de la evaluación se le establece a la persona el tipo de tratamiento específico que debe llevar.
Ya encaminada la terapia psicológica para alcohólicos, el psicólogo puede autorizar a la persona acudir a otro tipo de terapia que le ayude a resolver algún otro trastorno. Muchas veces el profesional recomienda la terapia cognitiva conductual que le sirve de gran ayuda a las personas alcohólicas para salir delante de situaciones adversas como esa.
